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  • Polideportivo
    17 de Noviembre de 2019 - 20:25

    La UD Taburiente Masculina no ve recompensado su buen juego (1-3)

    La UD Taburiente visitaba la cancha del siempre complicado Línea 22 con la intención de hacer bueno el empate cosechado la semana pasada en casa ante el Atlético San Sebastián, aún siendo conscientes de las dificultades intrínsecas a medirse a uno de los principales favoritos al ascenso y más hacerlo sobre la pista del Martín Colomer. 

    Alan Andino y Toshio Aoki colocan por delante al Tabu

    Gran puesta en escena la que presentaba esta mañana el Taburiente en el arranque de su choque ante el Línea 22, llevando el peso del partido y generando más ocasiones de peligro que su rival, que permanecía a la expectativa ante el buen manejo de la bola de los grancanarios.

    En una gran acción individual de Alan Andino, en la que el atacante amarillo sorteaba a varios rivales antes de pisar el área rival donde se disponía a fusilar a Albert Pineda, momento en el que era derribado por detrás por un rival, provocando un stroke que era transformado en el 0-1 por el veterano killer de los amarillos, Toshio Aoki, cuando se llevaban cumplidos tan solo 7 minutos de partido.

    El gol refrendaba el buen trabajo de los de Manuel Pérez, que llegaban al final del primer cuarto con esa mínima ventaja a su favor.


    El Línea 22 empata al filo del descanso en una jugada de fortuna

    El Taburiente arrancaba el segundo cuarto de la misma manera, llevando el peso del partido ante un rival que esperaba tranquilo su momento, bien replegado en defensa, cometiendo muy pocos errores.

    La paciencia de los locales obtendría sus frutos a los 35 minutos de partido, con el tiempo ya cumplido, al señalarse un penalti córner a favor del Línea 22, que colocaba a todos sus jugadores al borde del área, en una jugada de estrategia contra los cuatro jugadores del Tabu más el portero; con la mala fortuna de que el rechace del meta del Taburiente conseguía introducirlo de rebote en el interior de la portería Josep Ribert, consiguiendo colocar el 1-1 antes del descanso.


    Josep Gibert saca petróleo en una jugada aislada

    El mazazo por el gol del empate pasaba factura a la moral de los grancanarios que volvían tras el descanso sin la concentración necesaria para enfrentarse a un rival deseosos de aprovechar su bajón anímico con el cuchillo entre los dientes.

    El Línea 22 presionaba más arriba, obligando a replegarse al Taburiente que empezaba a sufrir, concediendo varios penaltis córners a los locales, que no tuvieron la puntería necesaria para romper la igualada, en parte por la buena defensa de los canarios.

    El Taburiente recuperaba poco a poco el ánimo y en una internada por la derecha de Alan Andino a punto estuvo de conectar con Agustín Feltes en la primera ocasión clara del tercer cuarto, pero la fortuna sonreía nuevamente al Línea que mantenía las tablas en el marcador.

    Sin embargo en una mala defensa del Taburiente se escapaba en velocidad un jugador del Línea que tras lograr mantener la bola ante varios defensores canarios, lograba disparar a puerta, con la mala fortuna para el guardameta visitante que su rechace era recogido por Josep Gibert, que solo tenía que empujar la bola al fondo de la portería para sumar el 2-1 cuando se cumplía el minuto 48 de partido, llegándose al final del tercer cuarto sin más movimientos en el marcador.


    Una superioridad doble desaprovechada para decir adiós a las opciones de remontada

    El Taburiente no bajaba los brazos y tocaba arrebato en busca de la igualada, ante un Línea 22 que ante la imposibilidad de frenar el juego ofensivo grancanario, optaba por endurecer el partido, recibiendo el castigo por parte del árbitro en forma de 2 tarjetas amarilla prácticamente consecutivas sobre Joan Elías y Juan Bragados, que permitía a los amarillos disfrutar de una superioridad de 2 jugadores durante varios minutos.

    Los canarios no lograban la fluidez necesaria para aprovechar la ventaja numérica y el Línea 22 volvía a castigar a su rival al aprovechar los riesgos en defensa al estar volcados al ataque, para materializar el tercer y definitivo tanto de la mañana en una contra a un minuto del final, que se encargaba Hugo Fernández en transformarla en el 3-1 definitivo.

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